APUNTES: ESTILISMO EN VESTUARIO Y COMPLEMENTOS

INTRODUCCIÓN

1. LA ACCIÓN DE ASESORAR

La palabra asesoría tiene que ver con la acción de asesorar y el diccionario de la RAE define textualmente que asesorar procede de asesor, que es la persona que asesora.

Es decir, para que exista una asesoría se requieren tres condiciones esenciales:

·         Que exista una persona que asesore.

·         Que exista o se realice un consejo o dictamen.

·         Que exista una persona que reciba la asesoría.

Estas tres condiciones esenciales incorporan otras que, aunque sean obvias, es conveniente citar:

·         La persona que asesora debe “conocer” en profundidad las necesidades, motivaciones, objetivos, finalidades, etc. de la persona a la que asesora.

·         La persona que asesora debe “saber”, es decir, debe tener un conocimiento amplio y consolidado de aquello sobre lo que asesora, tanto acerca del tema, asunto o material sobre el que aconseja, como de los mejores métodos que se pueden aplicar en el ejercicio de su profesión. Es decir, tiene que  tener un conocimiento general del entorno del tema sobre el que asesora para poder “dictaminar”.

·         Como continuación de la condición anterior, la persona a quién se está asesorando debe comprender el ámbito de la asesoría, así como las posibles acciones alternativas, para poder tomar decisiones con pleno conocimiento de causa.

·         En principio no corresponde a la persona que asesora llevar a cabo la ejecución y gestión del dictamen. Es más, el asesor “sabe”, “conoce” y “dictamina”, pero en ninguna definición se indica que sea el “hacedor” o “realizador”. En asesoría de imagen, como en muchas otras profesiones, se hace una clara separación entre la acción de prescribir y la de ejecutar.

·         La asesoría tiene un enfoque de futuro, por lo que la función asesora debe tener la capacidad de adaptabilidad y versatilidad frente a:

-La adquisición de nuevos conocimientos por parte del asesor.

-La comercialización de nuevos productos o técnicas.

-Alteraciones en las decisiones tomadas por las personas a las que se asesora.

-Por la evolución y cambios que se producen en el entorno de la misma.

2. OBJETOS DE LA ASESORÍA DE IMAGEN

Hablar de asesoría de imagen es hablar de un conjunto de actuaciones que:

·         Se pueden ofrecer y realizar de forma integrada y armonizada.

·         Se pueden realizar parcialmente.

La asesoría de imagen también distingue dos “objetos” claramente diferenciados aunque con muchas similitudes:

·         La persona física, individual en cuyo caso recibe el nombre de asesoría de imagen personal.

·         La persona jurídica, como una organización colectiva con identidad propia, en cuyo caso recibe el nombre de Asesoría de imagen corporativa.

3. ASESORÍA EN IMAGEN PERSONAL

La asesoría de imagen personal engloba todos los aspectos relacionados con la imagen de una persona, tanto los relacionados con la imagen externa percibidos por el sentido de la vista, como aquellos vinculados a la expresión, al tacto, al olfato, a las habilidades de interrelación personal…

En la oferta formativa y en los catálogos de servicios en los que la asesoría en imagen tiene un objeto global, esta puede ser denominada “integral”, “global” o simplemente “asesoría de imagen”. Estas palabras que se añaden tienen sentido porque también existe formación y se realizan asesorías cuyo objeto es parcial. En todo caso, ambas están relacionadas con los distintos ámbitos de intervención de especialistas: asesoría de imagen de peluquería, de maquillaje, de estilismo en el vestir, de expresión, de habilidades de interrelación, etc.

No hay que olvidar que estas asesorías, aunque sean parciales, siempre tienen influencia sobre la imagen global de la persona, armonizándola o provocando desequilibrios.

4. ASESORÍA EN IMAGEN CORPORATIVA

La asesoría en imagen corporativa es el nombre que se le da a la asesoría global que se realiza de una empresa, ONG, administración pública, campaña o cualquier otro tipo de organización unipersonal o colectiva con identidad propia.

De igual modo que en la asesoría de imagen personal, también se pueden asesorar aspectos parciales de la imagen corporativa, y cada una de las parcialidades asesoradas dependerá directamente de las demás e interferirá en ellas.

Dentro de una organización colectiva existe una imagen externa (que se denomina estática) y una imagen expresiva (que se denomina dinámica). Ambas sirven, también, para expresar el ser y el hacer, el pensar y el sentir, de la organización y se interrelacionan interna y externamente con la cultura corporativa.

5. CAPACIDADES PARA REALIZAR UNA ASESORÍA EN IMAGEN PERSONAL

Para llevar a cabo una asesoría con éxito, la persona que la realice requiere:

·         Conocimiento, lo más amplio posible, del individuo que se asesora. Su amplitud dependerá del alcance y profundidad del tipo de asesoría que se realice.

·         Conocimiento general de la motivación que mueve a la persona a solicitar una asesoría.

·         El máximo conocimiento posible de los nexos de unión con otros temas o problemáticas colaterales que le influyen y /o sobre lo que puede influir (trabajo, actividades sociales, etc).

·         Conocimiento de los fundamentos teóricos y de todos los métodos y técnicas que se puedan aplicar, con el objetivo de poder ofrecer el mayor número de alternativas a la persona que se asesora.

·         Conocimiento del procedimiento (pasos) que se va a seguir para alcanzar el objetivo deseado.

·         Capacidad analítica, de síntesis y evaluativa para poder configurar una propuesta de imagen y transmitirla tanto a la persona que se asesora como a los especialistas que van a colaborar, y para evaluar los resultados a lo largo del proceso.

·         Capacidad de comunicación activa y asertiva para poder establecer una empatía y complicidad con el cliente con el fin de facilitar la consecución del objetivo.

·         Capacidad de comunicación activa y asertiva con el propósito de establecer un vínculo de colaboración con los especialistas.